En la vida humana nada es, todo significa

El viajero vive a pequeños pasos, como el ciego que a tientas descubre el mundo, aprende a Ver con el cuerpo entero y descubre así que el verdadero saber está en vivir lo sabido, porque en la vida humana nada es, todo significa. 

El mundo se derrama de belleza hasta los bordes, una fuente inagotable y al alcance de todos, pero oculta a los ojos del entendimiento, así como el mago nos revela lo inadvertido, hace falta solo un pequeño truco mental para mirarlo.

Tengo una lista en la aplicación de mapas con 76 ciudades donde dormí en los últimos 2 años. Cuando uno se expone a lo nuevo todo el tiempo la vida entra en una especie de metamorfosis, cada tanto nueva gente, nuevas calles, nuevas comidas, nuevas monedas, nuevas lenguas, nuevas costumbres, nuevas rutinas. Un par de semanas en un lugar se sienten a la distancia como épocas enteras de experiencias acumuladas, como capas de papel en una figura de origami, cada cruce en el camino añade un doblez la vida, torna la existencia completa en otra dirección y le da una nueva forma y significado. Un pez con unos dobleces puede ser un ave, y un ave con otros pocos dobleces puede ser una estrella de neutrones. 

Pero viajar no se trata solo de moverse o quedarse, de abrirse o cerrarse, sino de expandirse, de elevarse sobre sí y ampliar la perspectiva, porque en este mundo hay infinidad de creencias sobre lo correcto e incorrecto, lo que tiene valor y lo que no, y mirar a la fé distinta como unidad nos permite adquirir una dimensión planetaria de la especie, nos acerca al significado de lo que es ser humanos, el ser con rasgos y capacidades distintas pero con algo que nos une: poder pensar que pensamos, poder razonar y saber que al hacerlo construimos opiniones y subjetividad, y así llegar a entender que toda idea es una construcción social susceptible a la evolución. En nuestra era se abre una brecha en los tiempos al nacimiento de una mente global que condensa todo el conocimiento humano para construir su subjetividad, esta mente que no es interna ni externa definirá en los tiempos venideros el conjunto de valores e ideas que nos darán forma. Así que nos debemos una responsabilidad, dejar buenas palabras, que cuenten de nuestra humanidad, dejar buenas obras que cuenten de nuestros talentos y sensibilidades. Alto ser es el que se examina, y humano es quién cada día renueva su asombro y se hace sabio al descubrir el orden del mundo, que incluye al sinsentido. 

De alguna manera, al ampliar la perspectiva uno deja de tomarse todo tan en serio, no existen las verdades serias, solo sublimes fantasías en un intrincado jardín de símbolos. 

Aquí termina este viaje, vendrán otros.

Compártelo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*